
23 Abr San Jorge y La Luciérnaga
Buenas noches amiga mía. Me iba ya a la cama. ¿Te crees que he salido esta tarde a comprar como cada semana y estoy cansada como una tonta? Hemos celebrado el santo de Jorge y cuando estaba recogiendo le he dicho a Javi “Marina no hubiera dejado pasar el día del Libro sin escribir algo. Sin publicar algo”. Pues entonces escribe. “Estoy cansada”. Escribe.
He vuelto un poco la vista atrás y te dejo vía libre. Porque está bien que de vez en cuando te dejes ver, ¿no te parece?. Hace un momento recordaba lo feliz que fuiste cuando marchaste a Salamanca, en septiembre de 2016 al XIX Encuentro de Poetas Iberoamericanos. Recuerdo también esa sorpresa incrédula cuando recibiste la invitación como “poetisa”. “¿Puedes creerlo Vir?”
Ya eran muchas madrugadas sin sueño escribiendo poesía. Sangrando cada palabra. Riendo las letras. Cantando los versos. Cuántas mañanas me he despertado con un audio “… escucha un momento amiga…” Fuiste la primera persona que supo de mi boda con Javi. Cada vez que podíamos, entre poema y vino, charlábamos sobre las segundas oportunidades y elogiabas la luz de mis ojos. Las invitaciones de boda llevaron tu verso “Cuando creyó tocar fin/una luciérnaga/ prendió un principio”.
Otro día contaremos eso, pero hoy le robo la ilustración a Miguel Elías (espero que no se enfade porque no me ha dado tiempo a pedirle permiso) y dejo que seas tú quien termine con tu poema Querencias. Feliz Día del Libro amiga.
QUERENCIAS
A veces me despierto y vivo
un rato, no más del tiempo prudente,
no vaya a ser que me atrapen
y no me dejen regresar.
A veces me despierto y vivo
Al filo del alba, sesteo la tarde,
pero solo el tiempo que me lleva
arroparme en el mar y calentar la nieve.
A veces me despierto y vivo
en la quejumbre de contar huidas.
Lo que tardo en hallar uñas y algo de piel
donde pellizcarme en sueños
para desandarme al parque de hojas azules
y cielo verde. Sin estación ni relojes
pero con terciopelo de puesto de mercado
donde ordenar y algún día hasta alborotar
todas mis querencias, ahora ya ausencias.