
06 Jun Cervantes feminista
A mis alumnas de la Universidad les digo que en ellas está el poder de cambiar las inercias cuando alguna se sorprende al descubrir al Cervantes “feminista”. Pero no es de extrañar cuando los estudios sobre el escritor como adelantado a su época, como constructor de un universo femenino reivindicativo y rompedor, son gota en el océano cervantino.
En el mes del autor universal por excelencia, es tiempo de reivindicar esta característica tan suya que lo alejó de sus contemporáneos, muchos de ellos misóginos empedernidos, y que se ha destacado poco y mucho menos difundido como debiera, empezando por la escuela.
Sí, sé que es mucho pedir, porque a fin de cuentas el mundo literario no es más que un reflejo de la sociedad en la que vivimos. No importa que sean más las universitarias que estudian literatura, cada vez más las profesoras, ni más las mujeres que venden libros, ni más las lectoras, porque como bien dice Allende, por unificar en voz de escritora los lamentos de tantas, el talento de la mujer no está reconocido en un mundo literario machista, con acumulación de hombres en los jurados que a su vez se traduce en los premiados y otras esferas como críticos, editores…
Defensor de la libertad, de respetar la voluntad de la mujer igual que la del hombre, Cervantes creó personajes femeninos valientes que la reivindicaban para elegir marido e incluso para no casarse y vivir la vida que querían vivir. Dejó en manos de la mujer la custodia de su propio honor, no hizo leña del árbol caído de la “deshonra” y defendió, como ninguno, su dignidad humana. Marcela, Preciosa, Gelasia y un gran número de personajes son fruto de la consideración en la que tenía Miguel de Cervantes a la mujer, reflejo de una vida junto a su madre y a sus hermanas a las que no solo admiraba sino que nunca censuró, pese a que vivieran en los márgenes de lo moralmente exigible entonces a la condición de mujer. Mujeres independientes y decididas que siempre estuvieron a su lado y que sin duda marcaron su forma de entender la vida que luego tantas veces se hizo literatura.
Pero, ¿qué pensaría hoy si Cervantes levantara la cabeza? Seguramente que las cosas han cambiado pero no tanto como para haber pasado nada menos que cuatro siglos desde su visión valiente, sensible y reivindicativa con la que armó a tantos personajes femeninos. Voces singulares y entonces a contracorriente en aras de una justicia de igual, como ser humano, que es a fin de cuentas lo que reivindica el feminismo. Me pregunto incluso qué pensaría del 35 (hombres) a 3 (mujeres) del premio que lleva su nombre y que destaca a los escritores que enriquecen el legado literario hispánico… fiel reflejo de una sociedad a la que todavía le queda mucho recorrido para igualar en reconocimiento. Un ejemplo más de una sociedad que necesita de muchos Cervantes del XXI.
Marina IZQUIERDO
*Este artículo lo publiqué hace 3 años, en abril del 2013, en un diario digital y fue recogido por la Asociación Clásicas y Modernas. Lo traigo de nuevo al año 2016 (tal cual) por su carácter necesariamente reivindicativo cuando se conmemora el 400 aniversario de cuando nos dejó. el año que se celebra el 400 aniversario de su muerte.
**El premio Cervantes desde que se público este artículo hace tres años ha sido concedido a dos escritores y una escritora con lo que la proporción a fecha de 2016 queda 37/4 hombres/mujeres.